Asombro, Sensitividad y Relato: los tres Principios de la Neurociencia al servicio de la Enseñanza
– Estos conceptos y sus formas de aplicación fueron compartidos con las y los docentes del Programa ICEC-UMAG de Puerto Natales, en una jornada virtual a cargo del científico formado en la Universidad de Concepción, Edgardo Vega.
Educar es un desafío a la creatividad. Bien lo saben profesoras y profesores que llevan muchos años enfrentándose, día a día, a la tarea de hacer clases.
El 9 de mayo recién pasado, el Dr. en Ciencias Biológicas, asesor científico del Centro Interactivo de Ciencias, Artes y Tecnologías de la Universidad de Concepción y subdirector nacional del Instituto Antártico Chileno, Edgardo Vega, dictó una clase a 14 docentes de Puerto Natales, que integran la cohorte 2019 ICEC. Como cada acción que ejecuta este programa del Ministerio de Educación, ejecutado en la región por la Universidad de Magallanes, la intención fue apoyarles en su objetivo de mejorar la enseñanza de sus asignaturas, en este caso, a través del “Diseño de experiencias de aprendizaje”.
Consultado por sus principales objetivos con esta clase, Vega afirmó que su idea era compartir algunos de los principios que sirven no sólo para preparar una clase, pues “se pueden usar en diferentes contextos, desde una campaña de comunicación educativa, hasta en el diseño de exhibiciones en un Museo”.
Para conocer más a fondo los contenidos compartidos en la jornada, realizada virtualmente a propósito de la pandemia que vivimos, le hicimos al Dr. Vega algunas preguntas que desarrolla a continuación.
En general, ¿cómo se diseñan experiencias de aprendizaje?
Hay varias cosas a tener en consideración. Los objetivos que te propones con la clase, por ejemplo, es algo fundamental. Escoger una adecuada aproximación didáctica para ese objetivo, es también clave. Pero hay aspectos que normalmente se pasan por alto. Por ejemplo, suele ocurrir que una clase planificada para un grupo, se aplica a otro como si fuera lo mismo. Un principio básico de la buena docencia es conocer a tus estudiantes y adaptar a ellos las estrategias y los contenidos. En otras palabras, hacer una transposición didáctica de contenidos «a la medida». En ocasiones, no tienes muchas alternativas, porque no conoces al grupo o tienes información muy limitada de ellos. Es aquí donde cobra más valor que nunca, conocer y analizar los principios del aprendizaje humano. ¿Cómo aprendemos? No todos lo hacemos igual. Por ello, la importancia de diseñar clases que respeten y valoren la diversidad de los estudiantes. ¿Cómo? Con metodologías didácticas variadas. Buscar diversificar diferentes estrategias; lecturas, actividades, ejercicios, trabajo grupal, analizar videos, producir algún material, jugar, etc.
Mi propuesta es usar principios que derivan del conocimiento actual sobre Neurociencia cognitiva asociada a proceso de aprendizaje. 1) El asombro como medio para provocar, entusiasmar y focalizar a mis estudiantes, 2) el empleo de todos los sentidos fomentando una experimentación lo más directa posible con el fenómeno o concepto a estudiar y 3) la creación de relatos relativos a la experiencia de clases y a lo aprendido, son los tres que yo más relevo.
¿Cuánto cambian estas técnicas y/o estrategias cuando estamos funcionando remotamente como en la actualidad?
Se deben adaptar, ciertamente. Nada reemplaza la riqueza de intercambios que se producen cuando un estudiante comparte espacio físico con sus pares y con el profesor. De esas interacciones, un profesor puede recibir valiosa información que en condiciones de clases remotas es muy complejo. Sin embargo, esto también ofrece oportunidades. Existen hoy recursos didácticos en formatos digitales que son geniales. Por ejemplo, preparar algunas preguntas que los estudiantes pueden contestar en cuestión de segundos desde sus celulares, y cuyas respuestas van apareciendo instantáneamente en un gráfico en la pantalla compartida que tiene el profesor, y que todos pueden ver simultáneamente. El análisis de las opiniones o la comprobación de si un concepto quedó claramente comprendido, son algunas de las cosas que se pueden hacer con estas herramientas. ¡Pero hay muchas más! ¡¡Hay que investigar, usar y evaluar!!
¿Cómo calificarías la respuesta de los(as) docentes?
¡Me encanta trabajar con profesores! Son profesionales súper aperrados, sacrificados y comprometidos. En particular, en esta clase hubo varias intervenciones muy importantes. Ellos compartieron experiencias y también, de algún modo, sus preocupaciones por los momentos que estamos viviendo. Llevo varios años trabajando con profesores de diferentes lugares y esto es algo que siempre aparece: A pesar de todas las dificultades, ellos siempre estarán buscando la forma de llegar a sus estudiantes y de cumplir con eso que algunos llamamos «vocación» y ética del trabajo bien hecho.